Por: Gabriela Castellar
Estudiante de décimo grado en I.D.E Instituto Técnico de Comercio Barranquilla
La gran pregunta es: ¿Es beneficioso que la tecnología esté incluida en la educación? ¿O nos está convirtiendo en una generación que no piensa y busca todo por internet?
Celulares, computadores, tablets, páginas web, inteligencia artificial (IA) y demás apps, son recursos que profesores y estudiantes han ido implementando en sus métodos de enseñanza-aprendizaje alrededor del mundo. Y aunque muchas personas estén de acuerdo con ello, también hay quienes piensan que es una distracción y que son muy perjudiciales para la educación de las nuevas generaciones.
Los choques de opiniones se inician con la implementación de los avances tecnológicos en la educación. Defensores y opositores han proliferado disertando sobre la conveniencia de incluir las nuevas tecnologías en el aula, pero, es partir de este siglo que la discusión ha alcanzado niveles de mayor preocupación.
Más de 220 millones de personas se han matriculado en cursos virtuales
Con el paso de los años, el método de estudio ha ido cambiando de manera significativa; pasamos de leer libros y consolidar la información por nuestra propia cuenta, a buscar todo a través de la web desconociendo las fuentes y corriendo el riesgo de utilizar datos que no sean verídicos.
¿ Beneficia la tecnología a la educación?
Hay personas que piensan que los avances tecnológicos son lo mejor que le ha podido pasar a la educación, ya que es posible encontrar información al instante, utilizar herramientas interesantes y aprender de la manera que más nos convenga; lo que facilita a los estudiantes el estudio al permitir un conocimiento más amplio de los temas. Otro beneficio que brinda la tecnología es el fácil acceso a cursos en línea que te permiten realizar doctorados, carreras profesionales, terminar años escolares, y más. Esta versatilidad ha sido de gran ayuda para las personas que no tienen tiempo o que necesitan costos más asequibles en su formación profesional.
Ni mucho que queme el santo, ni tan poco que no lo alumbre. Dicho de otra forma, tecnología si, pero con control
Pero como siempre, está la otra cara de la moneda o en este caso el otro grupo de personas que opinan todo lo contrario. Personas que, no sin razón, piensan que la tecnología ha provocado un descenso en los niveles educativos del mundo al convertirse en una distracción y un atajo que conduce a las personas a no pensar por sí mismas; con lo que la sociedad en pleno depende peligrosamente del internet.
Analizadas las dos perspectivas, podríamos concluir que en el equilibrio estaría la solución a este dilema. Ni mucho que queme el santo, ni tan poco que no lo alumbre. Dicho de otra forma, tecnología si, pero con control. Entonces, se requiere instruir a los estudiantes en el uso de las nuevas tecnologías para, en caso de utilizarlas como un método de estudio, se haga con el debido cuidado y responsabilidad. La idea es que se convierta en una gran herramienta y no en una distracción. Es claro que el abrumador desarrollo tecnológico incluye opciones para la diversión y es válido, pero que eso no se convierta en una prioridad.
La tecnología es un arma de doble filo, ya está en nosotros en cómo queremos usarla.
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