POR: KEYLA CALDERÓN Estudiante de undécimo grado de la I.E.D. Instituto Técnico de Comercio Barranquilla
Desde el inicio de los tiempos el credo ha estado sumamente presente en todo. La religión y todas sus doctrinas son muchas y muy variadas.
Desde mi punto de vista personal, la creencia que cada ser tenga en un Dios omnipotente y que siempre está presente, es algo que como personas debemos respetar.
Desde muy pequeña he sido espectadora de cómo muchos padres obligan a sus hijos pequeños a ir a una iglesia, de cómo obligan a niños a orar o incluso a llevar un testimonio. ¿Es correcto cortar la autonomía y no permitir decidir al individuo sobre algo tan importante como su fe?
Como seres humanos parecemos tener en común la necesidad de creer en algo o alguien superior. Pero… ¿es válido decidir e imponer las creencias a los hijos? Desde mi sentir y perspectiva personal, existen interrogantes que cada ser humano debe responderse, pues es algo muy personal. Todos en algún momento de la vida, nos hemos cuestionado. La consecuencia de imponer estas decisiones sobre en qué creer o no, muchas veces es dañina. Es, desde mi sentir, utilizar el puesto de padres de una forma que podría causar en muchos casos, daño psicológico a los niños y que puede manifestarse en frustración al alcanzar su etapa adulta.
La religión influye en la toma de decisiones y acciones de cada individuo, quien delega la solución de sus problemas o dolencias a un ser de luz, a un ser superior.
"Y si, yo creo en un Dios bueno y amoroso pero, desde mi perspectiva, muchas religiones han caído en la exclusión de las minorías."
Muchos padres se apoyan en el factor religioso como opción para la crianza del niño con la seguridad de que ya mayor, éste se los agradecerá. Sin embargo, observamos que muchas veces los valores de una persona que va al culto, son similares a aquellos de alguien que no lo hace. La ética es un factor que puede estar presente en la persona que lee la Biblia regularmente así como en aquellos que no lo hacen.
La religión no es fe, y tu espectador te preguntas: “¿cómo que no lo es? ¿La iglesia y todos los que van, no son creyentes?
Soy de la opinión que hay que separar la religión de la fe. Pienso que fe y religión sólo tienen en común el concepto de Dios. Y si, yo creo en un Dios bueno y amoroso pero, desde mi perspectiva, muchas religiones han caído en la exclusión de las minorías. Así, miembros de la comunidad lgbtiq+ son discriminados y representaciones culturales como el carnaval son consideradas fiestas paganas. Hay un factor político que está alrededor de las iglesias que también merece ser tenido en cuenta.
Algo que debería ser regla es el respeto a la convicción de cada individuo, a sus ideales. Y si bien es cierto que las religiones difieren en sus interpretaciones de los textos sagrados y en los cultos de sus feligreses, debería haber un factor común en el que conviniésemos estar de acuerdo: “todos somos hermanos en cristo".
excelente tema, llevado desde el respeto y libre opinión. 👏🏻👏🏻