Por: Valery Andrea Galindo
Estudiante de Décimo Grado de la I.E.D. Instituto Técnico de Comercio Barranquilla
El concepto de maltrato animal se acuñó inicialmente en España, como consecuencia de las malas acciones de las personas hacia seres de otras especies. Es una problemática que lleva décadas ocasionándoles dolor y sufrimiento a los animales a través de golpes, mala alimentación, falta de atención, entre otros.
En cifras de la organización AnimaNaturalis: “En México, 7 de cada 10 animales sufren de maltrato doméstico y en consecuencia 60 mil mueren al año”
Hoy en día el maltrato animal se ha incrementado de manera muy preocupante pues, con la excusa de “educar bien”, los dueños o cuidadores castigan de manera innecesaria a sus mascotas implementando acciones como: gritos, golpes, abuso o incluso abandono. Es claro que esta no es la mejor solución. Si en realidad queremos un bienestar para nuestras mascotas, cabe preguntarnos si la manera en que las estamos educando, es la correcta. ¿Cómo nos sentiríamos si fuéramos tratados de manera violenta?
Debemos tener en cuenta que los malos tratos nunca son ni serán la mejor manera de educar a nuestras mascotas, por el contrario, estamos generándoles miedo y en algunos casos tanto estrés que pueden llegar a convertirse en animales agresivos o violentos.
Maltratar un animal es visto como algo completamente “normal”
Se ha normalizado ver en las calles a personas maltratando a sus animales e incluso, ocasionándoles algún tipo de lesión.
Es importante que las personas tengan en cuenta que estos casos de maltrato animal, pueden tener consecuencias judiciales. Y estamos hablando de condenas que van desde los 6 meses hasta 2 años de cárcel, lo que no es poco.
Sin embargo, más allá de las leyes que pretenden poner en cintura a los violentos, tener una mascota es una oportunidad de dar amor y cumplir con ciertas obligaciones como por ejemplo:
Educarlas bien.
Brindarles una alimentación adecuada.
Dedicarles tiempo y espacios para compartir con ellos y así no se sientan tristes o solos.
Bañarlos bien.
Recoger sus excrementos.
Llevarlos al veterinario.
Cabe anotar, que los tipos de maltrato animal pueden incluir:
No alimentar bien a nuestras mascotas.
Ponerlos a trabajar obligándoles a arrastrar o cargar cosas pesadas (sucede frecuentemente con los caballos)
Descuidar su higiene.
Golpearlos, herirlos o incluso mutilarlos.
Los animales más afectados por el maltrato animal son los equinos.
Algunos de estos animales son utilizados para la monta o transporte de cosas, este grupo de animales incluyen a los caballos, las yeguas y los burros.
Para terminar, podemos darle una segunda oportunidad a aquellos animales que han sufrido de maltrato, podemos darles un buen hogar lleno de amor y de compañía, donde se sientan cómodos. Tener una mascota no es algo malo, nos ayudan a aumentar nuestro estado de ánimo, incluso pueden resultar de gran ayuda para las personas con ansiedad o depresión.
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