Valerie De Ávila
Estudiante de Octavo Grado I.E.D. Instituto Técnico de Comercio Barranquilla
El hombre... ¿Qué es el hombre? Pues bien, desde el punto de vista biológico, es el único animal definido como Homo sapiens sapiens. Tiene la capacidad de mantener un lenguaje, realizar actividades consistentes y que tiene la capacidad de mantener relaciones específicas, que ningún otro miembro del reino animal puede practicar.}
Desde el punto de vista filosófico, podemos tener varias perspectivas. René Descartes, padre del pensamiento racionalista, definió al hombre como un ser pensante, mientras que Immanuel Kant, resalta su capacidad de autodenominarse moral. El filósofo y sociólogo Karl Marx, por su parte, destaca en el hombre la habilidad de construir e inventar herramientas para su propio bienestar, logrando producir, crear y transformar la realidad a su alcance.
Y es que somos, los seres humanos, curiosos e inteligentes por naturaleza. Siempre buscando la manera de mejorar nuestra calidad de vida, damos origen a increíbles inventos. Nadie niega, por ejemplo el avance que un artificio como la rueda generó en la industria y el comercio facilitando el transporte y la movilidad. O los beneficios de la bombilla, que no solo trajo luz a los hogares, sino que aumentó los tiempos de producción dinamizando aún más la economía. También en el campo de la salud abundan ejemplos de la creatividad humana y así, los antibióticos han salvado innumerables personas aumentando la expectativas de vida de nuestra especie. Ya más recientemente. el internet se erige como el “megainvento humano”, dando llegada a la era digital, facilitando la comunicación a nivel mundial y dando nacimiento a un planeta globalizado.
Empezamos a preguntarnos si el legado positivo de los espectaculares inventos alcanza a compensar la estela de destrucción que la existencia del Homo sapiens sapiens ha supuesto para el planeta. ¿Sería más conveniente para el mundo que el hombre no existiera?
Pero no todo es favorable y para nadie es un secreto que muchos de los inventos del hombre han traído consigo grandes problemáticas sociales y ambientales. En las últimas décadas, ingeniosas creaciones humanas han mostrado otra cara no tan agradable con efectos colaterales nocivos que ponen en riesgo la vida misma en la tierra.
Es entonces, cuando empezamos a preguntarnos si el legado positivo de los espectaculares inventos alcanza a compensar la estela de destrucción que la existencia del Homo sapiens sapiens ha supuesto para el planeta. ¿Sería más conveniente para el mundo que el hombre no existiera?
Antes de contestar, debemos desafortunadamente agregar más, al lado negativo de la ecuación. El hombre ha traído las guerras con sus muertes, pobreza, deudas y hambruna. Tristemente deberemos sumar también, los devastadores efectos de la sobrepoblación, que degradada al medio ambiente y agota de los recursos. Especial atención merece un problema en el que el hombre nuevamente es actor principal: el calentamiento global. Este desequilibrio ambiental causa temperaturas más cálidas, propagación de enfermedades, derretimiento en los polos, desaparición de especies e irreversibles cambios en los ecosistemas.
Como conclusión, podemos afirmar que el ser humano siempre se encontrará inventando e imaginando artefactos para aumentar sus comodidades pero, en ese muchas veces egoísta y superficial objetivo, el hombre, destruye mientras crea. Vale la pena cuestionarse si los “avances” se justifican cuando los costos para la salud del planeta son tan altos.
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