¿EDUCACIÓN O SISTEMATIZACIÓN?

Por: Valerie Sophia De Ávila

Estudiante de Noveno Grado del Instituto Técnico de Comercio Barranquilla

Desde temprana edad, nos vemos expuestos a un mundo lleno de aprendizajes, de enseñanzas y desarrollo en comunidad. Vivencias personales e interacciones sociales hacen parte del proceso formativo del individuo. Pero, cuando hablamos de educación formal, esa que es diseñada e impartida desde las escuelas para gestar nuevas generaciones, cabe la pregunta: ¿Responde el método de enseñanza a las expectativas de un mundo en constante cambio?

La educación, bien sabemos, es un derecho de todo miembro de la sociedad. Se pretende que la persona desarrolle habilidades, adquiera conocimientos, alcance destrezas y así, logre conquistar expectativas personales.

Este proceso educativo, según se plantea, debe ser enriquecedor, permitiendo el debate, los cuestionamientos que deriven en el razonamiento autodidacto. También se aplican otros métodos apoyados en narraciones, fábulas y juegos. De esta forma, se adquieren muchas veces nuestros valores, hábitos, formas de pensar y razonamientos socio personales.

La educación formal, (según el DANE) es a la que nos vemos expuestos más del 80% de los jóvenes colombianos. En ella desarrollamos tres etapas, la educación preescolar, la educación básica y educación media- media técnica. Y es justamente este proceso formal el que, en opinión de quien escribe, no es el más favorable para niños, jóvenes y adolescentes. Durante este proceso de formación, numerosas instituciones cometen el desatino de estipular cómo debemos razonar, pensar y actuar; encasillándonos en un estereotipo de ciudadano exitoso.

Nos han inculcado que el mejor y único camino para el éxito y “triunfar” en la vida es el buen desempeño en ciertas asignaturas predeterminadas. Pero ¿en dónde quedan las potencialidades y el desarrollo de las habilidades? Éstas, en su gran mayoría, se ven bloqueadas por la educación sistematizada en la que nos encontramos. Una educación en la que “el joven prefecto”, es el que saca calificaciones superiores.

Todos nos vemos expuestos a los mismos conocimientos y a los mismos métodos de enseñanza, los cuales, muchas veces son irrelevantes e insuficientes, generando así un bloqueo o falta de interés personal en el estudio y, por ende, truncamiento del conocimiento.

Estamos, tal vez, ante una educación obsoleta, puesto que a pesar de que todo ha evolucionado, nuestro sistema resulta aún demasiado conservador.

Estamos inmersos en un sistema educativo en el que muchos jóvenes olvidaremos un 35% de lo “aprendido” en las instituciones educativas. Esto sucederá, según lo establecen numerosos estudios, debido a que lo enseñado, no será útil para la vida cotidiana.

En mi opinión personal, los jóvenes, hoy en día necesitamos una educación más integral, en donde, además de adquirir conocimientos básicos y funcionales para nuestra vida dentro de una sociedad, encontremos y desarrollemos nuestro potencial y exploremos los talentos personales, con los cuales, podamos realizar nuestros sueños y aproximarnos a la realización personal mientras somos capaces de aportar a nuestra comunidad.

Así, los jóvenes imploramos por una educación básica enriquecedora, en donde aprendamos muchas cosas y desarrollemos un verdadero placer por el conocimiento. Queda claro que, definitivamente, no estamos hablando de una educación reducida a “buenas calificaciones”.